15/09/2019 | Pobladores advierten sobre una grave y singular situación que se viene presentando en la localidad de Sumapaz. En una reciente visita -realizada el pasado 5 de septiembre-, que hizo la candidata al concejo de Bogotá Heidy Sánchez, la ciudadanía expresó sus inquietudes y denunciaron las irregularidades que se están presentando en la localidad. Alertan que hay más de mil nuevos ciudadanos suscritos en la registraduría local.
ContraPortada conoció un documento donde hay 1675 nuevas personas inscritas, en los 5 puestos de votación habilitados de la localidad de Sumapaz, en dicho documento se expresa que entre el pasado 27 de octubre de 2018 y el 27 de agosto de 2019, se inscribieron éstas más de mil personas.
En concordancia con esto, una de las denuncias más contundentes que le comunicaron a la candidata al concejo Heidy Sánchez -el pasado 5 de septiembre en las veredas las Ánimas y Chorreras-, es que hay “trashumancia de votos que viene de la población urbana” externa a la localidad.
Así mismo, explicaban que estos votos son de “gente que no conoce Sumapaz, que nunca ha tenido contacto con el agro, pero que se ha dejado comprar por otros partidos para venir a votar aquí y quitarnos la posibilidad de defender nuestros derechos y de construir la política pública que nos beneficie como campesinos. El único interés de este trasteo de votos es arrebatarnos el poder local y hacer negocio con nuestro páramo y nuestro ecosistema” así lo documento el Semanario Voz, en alusión a lo dicho por el presidente de una de las Juntas de Acción Comunal de la zona.
Hay que resaltar que Sumapaz es la localidad más grande del distrito capital, y alberga el área rural más grande de Bogotá. Además, cuenta con una biodiversidad única en el mundo al tener en su territorio gran parte del páramo del cual la localidad toma su nombre, el Páramo de Sumapaz. Este “es uno de los sitios de alta montaña más rico en géneros y especies de flora colombiana, ya que posee un gran número de organismos, muchos de ellos endémicos” que hacen de esta zona un reservorio importante de diversidad biológica, ecológica y genética del mundo.
Es fuente de vida, de agua, pero además alberga a comunidades que llevan en resistencia varias décadas, que han sido golpeadas fuertemente por el conflicto armado interno, y que hoy buscan que esa sombra de la violencia quede en los libros de la historia. Pero, las artimañas de los políticos que buscan enriquecerse a costa de la explotación de los recursos de la región, sin importar su impacto ambiental, trae consigo panoramas complicados para una comunidad que solo desea convivir de manera sostenible con el páramo. A esto se le suma el abandono estatal, que se ha caracterizado por hacer presencia básicamente militar, descuidando la seguridad social y ambiental.
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